Cuando pides un préstamo, como un préstamo para comprar una casa o un automóvil, el prestamista te cobra una tasa de interés. Por ejemplo, si tomas un préstamo de $10,000 con una tasa de interés del 5%, tendrás que devolver $10,500. Los $500 adicionales representan el interés que pagas por usar ese dinero prestado. Cuanto más alta sea la tasa de interés, más costoso será el préstamo.
Por otro lado, cuando ahorras dinero en una cuenta de ahorros o inviertes en bonos u otras formas de inversión, ganas interés. Si tienes $1,000 en una cuenta de ahorros con una tasa de interés del 3%, ganarás $30 al año. Aquí, el interés es tu recompensa por dejar que el banco use tu dinero para sus actividades.
Las tasas de interés son esenciales en la economía. Los bancos centrales, como la Reserva Federal en los Estados Unidos, ajustan las tasas de interés para influir en la economía. Si las tasas de interés son bajas, puede ser más fácil obtener préstamos, lo que fomenta el gasto y la inversión. Si son altas, los préstamos pueden ser más costosos, lo que puede frenar la economía.
Las tasas de interés son un aspecto fundamental de las finanzas personales y de la economía en general. Pueden afectar tus decisiones financieras, como tomar un préstamo, ahorrar o invertir, y también tienen un impacto en la economía a nivel nacional e internacional.